Historia
La familia Verdasco tiene una larga tradición dentro del mundo de la hostelería madrileña. Sólo la mención del restaurante ‘La Bola’ nos recuerda inmediatamente uno de los lugares emblemáticos de Madrid, cuyo cocido es famoso en toda la geografía nacional.
‘La Bola‘ fue fundada por la bisabuela de los Verdasco que están actualmente al frente de sus distintos locales. Aunque ella era de Asturias, las siguientes generaciones han nacido todas en Madrid.
Donde se encuentra actualmente ‘El Café de Chinitas’ hubo en su momento otro restaurante de la familia, ‘El Senado‘, visitado por hombres de negocios y, sobre todo políticos. Hemos de tener en cuenta que el local se encuentra muy cerca del Senado. Sin embargo, a finales de los 60 la situación económica cambió y había que tomar nuevos rumbos.
Teniendo como referencia un local muy popular de Málaga llamado ‘El Café de Chinitas‘, los hermanos Verdasco decidieron darle a Madrid también un local de este tipo. Así se fundó en el año 1970 el ‘Café de Chinitas‘ que es ya parte de nuestra ciudad. Cumple sus primeros 40 años en 2010.
Parece ser que el origen del nombre está en las piedrecitas que cubrían el suelo del patio andalúz en que se ubicaba el ‘Café de Chinitas‘ original. Tan conocido era, que García Lorca le dedicó un poema.
Un trozo de Andalucía en Madrid
‘El Café de Chinitas‘ es un amplio local ubicado en la calle Torija, 7. Se encuentra en un palacio del siglo XVII, en plena zona de los Austrias.
La decoración es de ambiente andalúz, con cuadros relacionados con el toreo, y mesas y sillas que nos recuerdan los típicos patios.
Tiene una capacidad para 150 personas y ofrece dos pases de actuaciones de lunes a sábado. El primer pase es a las 20:30 y suele ser visitado sobre todo por aquellos que quieren también cenar. Tengamos en cuenta que el restaurante cuenta con una calificación de 4 tenedores. La especialidad de la casa son las paellas o platos de arroz en general, aunque podemos tomar cualquier plato de carne o pescado o un menú a base de tapas.
El segundo pase es a las 22:30 y, aunque también se puede cenar, suele asistir más bien público que quiere ver el espectáculo tomando una copa.
El cuadro flamenco lo componen 16 artistas flamencos entre cantaores, guitarristas y bailaor y bailaores. Mensualmente se cambia el programa y se trata de ofrecer una espectáculo variado que guste tanto a especialistas como a aficionados.
Un sitio con solera
Nos comenta Mara Verdasco, que en un principio los clientes eran sobre todo americanos (por aquel entonces los Estados Unidos tenían una base militar en Torrejón de Ardoz). También solían acudir muchos artistas, tanto españoles como extranjeros y gente adinerada.
Hoy en día el público la mayor parte del público sigue siendo extranjera y suele ser de clase media/media alta. Actualmente vienen muchos italianos, latinoamericanos y japoneses, aunque la mayor parte de los turistas son de origen europeo.
A pesar de que el flamenco parece haber resurgido de sus cenizas en estos últimos años, el público español sigue considerando estos locales sólo para turistas. Dice Mara que muchos españoles después de asistir al espectáculo le comentan lo mucho que les ha gustado y que se han sorprendido de la calidad de los artistas y del concepto equivocado que tenían del local.
Por ‘El Café de Chinitas‘ han pasado muchísimos políticos relevantes desde su apertura, desde la familia real española, hasta Lady Di o Bill Clinton. Evidentemente el número de artistas internacionales sería interminable. Juan Quintana Aguilar, uno de los camareros del local, comenta que tiene un album de fotografías en el que no le falta prácticamente nadie. Lleva más de 30 años trabajando en ‘El Café de Chinitas‘ y se conoce su historia al dedillo.
Entre los artistas que han actuado en este local podemos mencionar a María Vargas, Carmen Linares, Rafael Amargo, sin olvidar que fue dónde una de las más famosas bailaoras conoció el éxito, La Chunga.
Entre los cantantes, uno de los más conocidos es José Mercé, que sigue frecuentando el local cuando puede.
Realmente nos gustaría animar a los madrileños a que visiten este tipo de locales, olvidándose de sus prejuicios y dispuestos a disfrutar de una velada más que agradable.
Este artículo fue escrito hace más de 5 años, por lo que los datos pueden estar desactualizados.