La calle de Alcalá tiene su inicio en la Puerta del Sol y es la calle más larga de Madrid con más de 600 números. Cruza Madrid del este al oeste.A lo largo de su camino cambia radicalmente de aspecto. La primera parte, que es la que tiene interés histórico es la que nos interesa aquí.
A lo largo de la calle observamos varios rascacielos. Fueron los primeros de Madrid. Para edificarlos se pidió asesoramiento a un arquitecto de Chicago. Aún así, los arquitectos españoles no estaban convencidos de la seguridad de los edificios, por eso suelen tener una base más ancha sobre la que se asientan las plantas superiores.
Donde ahora se encuentra un Starbuck´s, estaba en su momento el famoso café Fornos, donde escritores y artistas celebraban sus tertulias.
La Academia de Bellas Artes era un palacio. Carlos III lo compró para ubicar allí la Academia. Todos sus miembros han tenido que donar una obra de forma obligatoria.
En frente del Casino está el edifio de Banesto, que fue el primer banco americano en España. En la fachada podemos ver varios elefantes con unas orejas casi humanas.
El Casino siempre ha estado dedicado a un círculo privado muy exclusivo. Hace algunos años, para ser miembro se exigía un pago inicial de seis mil euros. Actualmente la cafetería está abierta la público.
Carlos III decidió que el centro de la ciudad no podía cambiarse, de forma que emprendió nuevas acciones en lo que es hoy el Paseo del la Castellana.
La zona entre la Cibeles y Neptuno estaba dedicada al asueto. Los habitantes se paseaban para ver y ser vistos, sobre todos. En la mitad había una línea de pinos. Como las mujeres siempre iban con la «carabina«, una señora de compañía, que velaba por su seguridad y comportamiento. Como así no había manera de entablar relaciones con ningún pretendiente, se decidió que las carabinas irían 5 pinos por detrás, posibilitando así que la pareja se conociera mejor. De ahí el dicho de «está en el quinto pino«.
Muchos edificios de esta zona fueron antiguos palacios. Lo que es ahora el Cuartel General solía ser el palacio de la duquesa de Alba, el Palacio de Buenavista.
Posteriormente pertenecería a Manuel Godoy, quién pidió a Goya pintase a una mujer desnuda, la Maja desnuda, vista desde el frente para su despacho. Como, al parecer, Goya pensó que este cuadro podía traerle problemas, pintó otro con la misma mujer vestida. Se dice que este cuadro estaba colgado delante del otro. Cuando Godoy se reunía con sus amigos, subía el cuadro de la Maja vestida y aparecía la Maja desnuda.
En cuanto a la Puerta de Alcalá podemos decir que fue un encargo de Carlos III a Sabatini, el cual realizó dos proyectos. Al no poder decidirse el rey, realizó los dos, por lo que las dos caras de la puerta son diferentes. Por las puertas laterales pasaban las gentes corrientes de paso a Alcalá de Henares, por la puerta central, la realeza.
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