El Museo Cerralbo
El Museo Cerralbo volvió a abrir sus puertas en el año 2010 tras cuatro años de trabajos
Lurdes Vaquero, directora del Museo Cerralbo
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internos con el fin de volver a la idea original del marqués de Cerralbo al hacer su legado. Desde agosto del año 2000 el timón del museo ha estado en manos de Lurdes Vaquero que en esta entrevista nos acerca más a la historia y el día a día del museo.
El marqués de Cerralbo dejó estipulado en su testamento el deseo de que Juan Cabré, su colaborador en las excavaciones, fuera el primer director del museo. Su misión principal fue dejar constancia del legado. Con su mentalidad de arqueólogo hizo un inventario pormenorizado de todos los bienes que había en el palacio Cerralbo incluyendo su ubicación detallada. Hizo referencia, sobre todo, a lo que eran el ‘gran portal’ y el piso principal. Esa es la documentación que ha llegado hasta nuestros días. Es el documento de partida que se ha utilizado para recuperar los espacios tal y como estaban en la última época del marqués.
El legado
La planta entresuelo no fue legada por el marqués ya que no era de su propiedad, sino de sus hijastros Amelia y Antonio del Valle. Amelia legó también su parte al Estado para que formara parte del museo. Sin embargo el ‘ala de verano’, que correspondía a Antonio del Valle fue legado por éste a una institución religiosa. Terminada la guerra y siendo ya directora del museo Consuelo Sanz Pastor se planteó el problema de entregar el legado a la institución correspondiente generándose un problema de racionalización de los espacios y convivencia de dos instituciones diferentes. Consuelo Sanz Pastor consiguió que el Estado finalmente adquiriese esta parte del edificio para ampliación del museo.
Adecuación a otros tiempos
La planta entresuelo, en principio, no estaba concebida como espacio de museo. Era donde vivían realmente. Eran zonas que, desde el punto de vista de los años 1940, no tenían el
El ‘salón estufa’ abierto este año 2013
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mismo interés museístico que tenía la planta principal. Las salas tampoco estaba tan documentadas como la planta principal aunque si había un inventario de Cabré del año 27 no tan pormenorizado. Se llevaron a cabo una serie de obras para adaptar la planta al concepto de museo que se tenía entonces, entre galería de pintura y de artes decorativas. Este conceto hizo que se ‘destruyeran’ las habitaciones de diario y una serie de cuartitos, dormitorios, zonas de aseo, armarios, etc se convirtieran en una serie de galerías donde exponer de una manera más desahogada las colecciones que había en la planta principal. ‘Es donde se produce el desmantelamiento del proyecto del marqués de Cerralbo‘. Se hizo una exposición basada más en series (pintura italiana, española, decoración), perdiéndose realmente el sabor de casa-museo. Hay habitaciones irrecuperables porque el museo carece de documentación suficiente. Se trataría de una recreaión y no una representación fidedigna.
Por ejemplo, lo que es ahora la planta de oficinas era una zona de buhardillas donde había obras almacenadas y algunas habitaciones de criados. Esta reforma se realizó ya en los años 1990. En la zona de semisótano estaba la zona de servicio con las cocinas, despensas, caloriferos y más habitaciones de criados. Estas zonas fueron adecuadas a funciones de museo perdiéndose así la zona doméstica del palacio. Fueron cambios que, a veces, también son necesarios para poder llevar a cabo las labores del propio museo. Ahora hay un taller de restauración, la biblioteca, almacenes, oficinas, etc.
Recuperación de espacios
La última sala que se ha abierto en el museo Cerralbo es el ‘Salón estufa‘. Se trata de una sala de estufa fría. Está acristalada, a modo de invernadero, muy de moda en el siglo XIX.
Algunas de las piezas predilectas del marqués de Cerralbo se encuentran en el ‘salón estufa’
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Eran salas fundamentalmente para el cultivo de plantas exóticas. El marqués siguió muy de cerca toda la planificación del edificio. Incluso hay croquis realizados por él. Una vez en la casa parece que no le convenció la ubicación del cuarto acristalado. Hizo que se cerraran todos los ventanales y que se cubrieran de tapices y lo convirtió en un gabinete de antigüedades. Era el ‘sancta sanctorum’ de su colección que contenía sus piezas más preciadas, sobre todo arqueólogicas. Sin embargo no eran piezas que él hubiera encontrado durante sus excavaciones, sino adquiridas en el mercado de antigüedades o regalos de amigos. Las piezas que él excavó las lego al Museo de Ciencias Naturales y el Museo Arqueólogico Nacional. Quedan por incluir los tapices en el salón. La restauración de este material es más costoso y delicado y está todavía en estudio. También el montaje va a ser un reto. Con esta sala se completa la planta principal.
A medio plazo se va a abrir una sala nueva. Se trata del ‘cuarto del mirador‘. Era un gabinete de la marquesa de Villahuerta, antesala a las habitaciones tipo veneciano – alcoba y gabinete-. La zona de alcoba da a las galerías donde ahora se presentan las exposiciones temporales y por tanto ya no existe como tal. La antesala y gabinete sí se han podido recuperar. Se ha tirado un tabique y ha aparecido el colorido y el papel original de la sala. ‘El propio edificio ha dado tesimonio de lo que contenía’ comenta Lurdes Vaquero. ‘Se sabía que había una especie de hornacina-capillita y fuimos abriendo poco a poco el hueco encontrando hasta cascotes. Es una actividad emocionante. En el montaje de Sanz Pastor esta habitación fue convertida en dormitorio de la marquesa de Villahuerta, pero nunca había estado ahí.’
Todas las piezas que hay en el museo están inventariadas. Se sigue avanzando en la identificación de las piezas en cuanto a localizacion de autores o procedencias. En el proceso documental de piezas de un museo hay una fase de inventariado (descripción detallada de las piezas). Después vendrá la catalogación que va cambiando a lo largo de la historia. Por ejemplo van apareciendo autores de obras que en su momento no han sido tan valorados y que luego se recuperan.
Un museo por dentro
Los directores de museos generalmente proceden de del cuerpo técnico de la Administración de conservadores de museos o de la Universidad. ‘Se trata de llevar la ‘nave’ y elegir el rumbo que debe seguir el museo. Hay que pensar en el público al que va dirigido, generar programas de difusión y comunicación y establecer programas de conservación y, en este caso concreto, sobre todo de conservación preventiva. También la vigilancia de salas, atención al público.’
Evidentemente también hay que incluir labores de coordinación entre los diferentes equipos que tiene el museo.
El Museo tiene un área de dirección y administración. La contratación y remuneración de los
Algunas de las piezas expuestas en la muestra ‘La Toilette’
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recursos humanos no es función del museo que depende directamente del Ministerio de Cultura, pero sí la gestión de permisos, incidencias, etc. A nivel técnico hay dos departamentos: el de colecciones (documentación e investigación) y el de comunicación y difusión (programación de actividades como las visitas guiadas, exposiciones o talleres). Últimamente se ha incrementado mucho la presencia en redes sociales.
En el departamento de colecciones hay dos conservadoras. Una historiadora del arte y otra arqueóloga que acceden al puesto por oposición. Cuentan con un ayudante de museos y un auxiliar de apoyo. De este departamento depende el taller de restauración que cuenta con una restauradora especialista en pintura. En caso necesario se contrata a especialistas externos. Se pone al día la catalogación y la investigación. A nivel teórico la exposición de ‘la toilette’ ha surgido de este departamento, por ejemplo, y toda la documentación para montar el ‘saló estufa’ ha sido estudiada y revisada aquí.
El departamento de comunicación y difusión se ocupa de mostrar y difundir el museo y sus colecciones . Las exposiciones temporales que son un escaparate de lo que se hace en el museo.
El museo cuenta con dos bibliotecas. Una comprende el fondo antiguo, que está en una sala del museo, que dejó el marqués. Luego hay una biblioteca atualizada con la que trabaja el personal del museo. Ambas están a disposicion de públicos diferentes. Hay que justificar la consulta al igual que el acceso a piezas para su estudio. También hay un depósito de libros.
‘Cinco museos, otro Madrid’
Ha habido una iniciativa que parte de cinco museos de Madrid. Son pequeños museos casi siempre vinculados a algún personaje y con cierto ambiente doméstico o relacionado con las artes decorativas: el Museo de Artes Decorativas, el Lázaro Galdiano, el del Romanticismo, el
Lurdes Vaquero en el Museo Cerralbo
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Sorolla y el Cerralbo. Para cualquier inicitiva de patrocinio o turismo se necesita un producto que atraiga a un número importante de personas. Por sus propias característiacas estos museos pueden ofrecer visitas reducidas en número, es decir, individualmente no pueden competir con el Prado o el Thyssen, pero conjuntamente pueden crear una segunda opción a una visita a Madrid. A través de las redes sociales se convocó un concurso buscando un lema para estos cinco museos y el ganador fue ‘Cinco museos, otro Madrid’ que da idea de esa segunda opción. Se trata sobre todo se trata estar en ‘el imaginario colectivo’, que sean un referente en la ciudad.
Lo que ha quedado claro a lo largo de este tiempo es que el medio que más influye en las visitas es la televisión. La aparición del museo en cualquier programa televisivo hace que el número de visitantes aumente inmediatamente.
A partir de la reapertura en el año 2010 se notó un aumento de visitantes. En el primer año se duplicó el número que tenía antes del cierre llegando a unos 70.000 visitantes. Posteriormente hubo una ligera bajada pero desde el 2012 el número ha permanecido en unos 60.000 al año.
Para la próxima temporada hay varios proyectos ligados al arte contemporáneo pero están sin cerrar. Son apuestas rompedoras.
Las palabras de Lurdes Vaquero nos hacen pensar, por un lado, en la gran influencia de los medios de comunicación y en lo complicado que es estar presente en la mente de las personas cuando piensan en ‘qué hacer’ en Madrid. Todavía hay muchos madrileños que no han visitado estas joyas que tenemos en nuestra ciudad. No saben lo que se pierden.
Este artículo fue escrito hace más de 5 años, por lo que los datos pueden estar desactualizados.