Este convento se encuentra en la Plazuela del Conde de Miranda, detrás de la Plaza de la Villa.
Fundación
Fue fundado en 1607 por Beatríz Ramírez de Mendoza, una de las damas de la reina Ana de Austria. Quiso edificar un convento para su hija, que fue la primera madre abadesa del mismo. El convento pertenece a la orden de San Jerónimo, es decir, la misma a la que pertenece la iglesia de San Jerónimo el Real.
Por aquel entonces los conventos e iglesias eran construídos por reyes o personalidades pertenecientes a la nobleza, no sólo por motivos religiosos, sino también para mostrar su poder y riquezas. Era una empresa muy costosa ya que, aparte de la iglesia o convento, debían construir también una residencia para los monjes o monjas del convento. Generalmente les otorgaban además una cantidad anual que se hallaba prevista en el testamento del fundador. Muchas veces los herederos no seguían las instrucciones dadas por su ancestros, de forma que la situación podia resultar francamente difícil para los habitantes del convento.
El arquitecto del edificio fue Miguel de Soria y la construcción no ha sido restaurada.
Sobre la entrada podemos ver una imagen de San Jerónimo y Santa Paula.
Tres cuadros curiosos
Dentro de la iglesia se encuentra un pintura, realizada por Vicente Carducho, dedicada a la
Entrada a la iglesia
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«Última Cena«. Es un cuadro muy original, ya que nos deja ver el evento desde otro punto de vista. Generalmente las obras dedicadas a la «Última Cena» muestran la imagen frontal del acontecimiento, es decir, vemos la mesa de la cena a lo ancho; aquí la visión es desde el lado estrecho de la mesa, Jesucristo se encuentra al fondo, y en los dos laterales los apóstoles.
Este convento es conocido también como el de las Carboneras. Dice la leyenda que unos niños encontraron en una pila de carbón un cuadro de la Virgen. Lo extraño fue que el mismo estaba completamente limpio. Se le llamó Virgen de la Carbonera y, en consecuencia, las monjas son las Carboneras.
Otro cuadro que podemos ver, una imagen de Jesús, parece ser que perteneció a Santa Teresa de Jesús y le acompañó en sus viajes.
La iglesia está exactamente igual que cuando fue construída.
Los dulces de las monjas
Es un convento de clausura. Las monjas venden dulces y galletas hechas por ellas. A la derecha de la entrada a la iglesia hay una vieja puerta de madera. Hay que llamar al timbre y nos abrirán la puerta. Dentro encontraremos un torno, a través del cual nos darán las pastas que queramos. El horario de apertura es de 09:30 a 13:00 y de 16:00 a 18:30.
Altar |
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«Última Cena» de Vicente Carducho |
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Altar |
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Virgen de la Carbonera |
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